El Jabón de Marsella
A diferencia con el Jabón de Castilla, que es 100% aceite de oliva, el jabón de Marsella sólo lleva como máximo un 72% de este. Y se le conoce como «Savon de Marseille – Extra puro 72%».
Generalmente, en la elaboración del jabón de Marsella se combinan distintos aceites junto al de oliva o sin él, como los aceites de coco y palma, e incluso han llegado a utilizar aceites de cacahuete, sésamo, nuez, lino o colza, según las circunstancias económicas del momento.
Las materias primas. De la Provenza les llegaba a los jaboneros marselleses el aceite de oliva; el álcali, de las plantas salinas de la Camarga y los aceites de coco y palma, de las colonias francesas en América, que entraban por el puerto de Marsella.
De aquí que, el famoso cubo de “Savon de Marseille – 72% D´Huile” se presente principalmente en dos versiones: el blanco y el verde. El característico “72 % Huile” significa que en su elaboración se emplea ese porcentaje de aceites vegetales, pudiendo ser el resto grasa animal.
El Jabon de Marsella, todo un jabon artesano, tradicional.
El Jabón de Marsella blanco se realiza con un 72 % de aceites de coco y palma, el resto suele ser sebo animal.
El verde debe su color al aceite de oliva, como el tradicional “Extra puro 72 %”. Y hay una variante de color verde también, que lleva un 50 % de oliva, combinado con un 22% de aceites de coco y palma. El resto debe de ser grasa animal.
Aparte de estos, el jabón de Marsella tiene sus derivados, los “perfumados”, con un 2 % de aroma natural, con colorantes de hierbas aromáticas y otras sustancias naturales, jabones a todo color.
El proceso de elaboración tradicional es, principalmente, el mismo que el de Castilla, con distintas proporciones en su formulación. Se elabora en caliente, cociendo y cociendo lentamente en grandes calderos con agua salada, se lava y decanta, se vierte para solidificar, se corta y se deja secar. La sal sirve para lavar el jabón de posibles impurezas, sobre todo si lleva sebo animal, y además le aporta dureza y suavidad.
Así es el Jabón de Marsella o Savon de Marseille. Ya hemos visto que la diferencia con el Jabón de Castilla es la grasa empleada y su porcentaje, sin embargo, su aporte en aceite de coco le confiere más espuma, así como el aceite de palma lo hace un poco más duro y facilita que la espuma aguante más tiempo.
Ambos son jabones excelentes, cada uno para cada gusto. Son jabones básicos, en su versión clásica, sin aromas, colorantes, conservantes ni aditivos artificiales ningunos. Un jabón base empleado en la cocina, la colada o la higiene personal.
Y como todos los jabones naturales, también son biodegradables, se deshacen con el uso y vuelven a la naturaleza sin dañarla.
El Jabón de Marsella, todo un jabón artesano, tradicional.
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Muchas gracias por lo bien que aclaran la diferencia entre el Jabón de Castilla y el de Marsella, pero me gustaría que me aclarasen dos cosas que no he terminado de entender:
¿El Jabón de Marsella se elabora con agua saladfa, quizás agua de mar o con agua dulce? a que se refiere con «se lava y se decanta» ¿se refiere a que se decanta la pasta antes de la traza?.
Muchas gracias por responder a mis dudas
Hola Javier,
gracias por tu visita al blog de Lula.
Para hacer este jabón se utiliza agua dulce, donde se diluye el álcali, añadiéndole sal marina. En cuanto al lavado: en el proceso de saponificación, la pasta de jabón lleva un exceso de agua salada. Una vez que «traza» y comienza a saponificar, esta solución salina va separado el jabón del exceso de agua arrastrando las posibles impurezas que puedan tener las grasas, es decir, va lavando la pasta. El agua pesa más que la pasta saponificada, por eso cae al fondo con las impurezas, se decanta. Y así es más fácil retirarlas y hacer un jabón más limpio, más puro. Esta decantación se da en la pasta hervida, es decir, una vez ya ha trazado y prácticamente saponificado en su totalidad.
Espero habértelo aclarado.
Un saludo y hasta otra,
Lula